lunes, 20 de abril de 2009

TEGUCIGALPA EN CANCIONES CURIOSAS


Muchas capitales del mundo han recibido elogios o tributos musicales y Tegucigalpa, la capital de Honduras, ubicada entre montañas y en el centro del país, no es la excepción. Como muestra podemos recordar “Tegucigalpa en la Noche” del insigne autor hondureño don Paco Medina, “Tegucigalpa Querida” del desaparecido Abelardo Fortín, integrante del Trío Honduras o “Caminando por Tegucigalpa” de la autoría de quien escribe estas líneas.

Sin embargo, recientemente he tenido acceso a dos canciones inspiradas en Tegucigalpa, que por sus características constituyen verdaderas rarezas o curiosidades musicales, ya que ambas son cantadas en inglés y son a la vez poco conocidas o muy poco recordadas.

La primera de estas piezas se llama “Tegucigalpa” y la interpreta un famoso trío vocal estadounidense, ya desaparecido y muy popular entre las décadas de los años cuarenta y sesenta del siglo pasado, las Andrews Sisters. La canción está grabada en disco de acetato de 45 rpm por la compañía DECCA en 1953 según se lee en la viñeta respectiva.

El compositor de la canción fue un tal Mack David y la orquesta que la acompañó fue la de Vic Schöen, músico de origen alemán, también muy popular en aquella época. Al escucharla, de inmediato piensa uno en los estereotipos que manejan los músicos norteamericanos, ya que para ellos toda canción referente al sur del Río Grande, debe llevar maracas y marimba. La pieza en cuestión, no se sale de ese molde y tiene ritmo de chachachá combinado, con compases de calipso.

En cuanto a la lírica del tema, la misma es simple, repetitiva y hace alusión a que Tegucigalpa es la capital de Honduras, a la vez que alaba la naturaleza del país, la belleza de sus mujeres y el ritmo de vida lento, fiestero y bailable de la ciudad. Por su parte, la melodía del estribillo es muy pegajosa, a tal grado que habiéndola escuchado siendo todavía un niño, permaneció en mi memoria acústica y fue hace unos tres años, cuando me entró la curiosidad de volverla escucha y comencé a buscarla hasta que la encontré, vía la magia del Internet.

Compartí mi hallazgo con Pastor Gómez, historiador hondureño radicado en Madrid y éste me dijo que sabía de su existencia, por la fuente más inesperada que se pueda creer: se la había mencionado una chica filipina hace unos 20 años, quien le cantó la tonadita y se quedó muy extrañada de que él no la conociera.

En retribución, mi amigo Pastor me habló de una canción infantil llamada “Let's Go To Goosy Galpa”, cuya letra está escrita en el más impecables de los spanglish. Lo curioso de la misma es que para ir a Tegucigalpa, supuestamente en autobús, debe hacerse un recorrido por casi toda Latinoamérica.


El CD que contiene esta canción se llama "El Elefante" y todas sus canciones fueron escritas y producidas por Ben y Leo Sidran, grabadas en septiembre de 2001 en el estudio "Unlimited Media Ltd." de Madison, Wisconsin, por Hector Coulon. "Let's Go To Goosy Galpa" ocupa la primera pista y es la más divertida de las canciones. Goosy es una palabra slang que de acuerdo con la definición que encontró mi amigo en Internet, hace referencia a una expresión tonta, infantil y falta de profundidad intelectual, el inevitable prejuicio está presente.

No obstante, creo que ambas piezas musicales, tan diferentes en estilo y tan alejadas en el tiempo, constituyen reliquias llenas de curiosidad para quienes exploramos la música en sus múltiples expresiones. Ambas son una muestra palpable de que por extraviada que esté la capital de Honduras en el mapa, un día despertó la creatividad de un par de extranjeros, quienes quizá motivados por alguna visita o referencia de oídas sobre Tegucigalpa, encontraron ideas para musicalizar sobre ella.


Y a propósito de extravío, en España, en los pasquines más populares de ese país, los famosos detectives Mortadelo y Filemón, cuando quieren decir que un lugar ha de estar en un sitio remoto y casi perdido, dicen "Eso ha de quedar por Tegucigalpa"...

En fin, a pesar de que para muchos somos la quinta esencia del fin del mundo, nosotros amamos nuestra ciudad y la vemos siempre bella, porque aquí está nuestro hogar, nuestra gente y nuestras raíces.