sábado, 23 de julio de 2011

MIS VIDEOS

He estado subiendo videos a YOUTUBE. He puesto varios con temas propios, compuestos con amigos, canciones con Trilogía. Pero ya que ahora el blog permite subirlos directo, pues los iré publicando poco a poco. Veré si tengo alguno ahora para mostrar.

FACUNDO CABRAL


“Murió el poeta, lejos del hogar” reza el poema Cantares del español Antonio Machado. “Si se calla el cantor, calla la vida”, ha cantado Camilo Sexto en uno de sus primeros discos. Estas frases y seguramente muchas otras plasmadas en poesía y música, son aplicables a la súbita e inesperada desaparición física de Facundo Cabral, notable cantautor argentino, filósofo hecho en el camino, defensor de la justicia, observador y buen amigo.

Tuvimos la dicha de conocerle cuando vino a Tegucigalpa acompañado de su compatriota Alberto Cortez, haciendo aquel original espectáculo titulado “Lo Cortez no Quita lo Cabral”. Persona sencilla, de hablar fácil, sin ademanes ni poses de “superstar”, todo lo contrario, un individuo con un notable sentido positivo y simple de la vida, denunciante en sus canciones de los desmanes en contra de la gente común. Irreverente a veces, pero siempre con argumentos, con sapiencia, con gallardía y buen humor.

Tiempo después nos dimos cuenta que le aquejaba una cruel enfermedad, que iba perdiendo gradualmente la vista, esa misma que le permitía ver el mundo, sus contradicciones, las virtudes y los defectos que luego acuñaba en canciones de melodías simples, pero de mensaje profundo. Cómo olvidar sus reflexiones sobre temas diversos, sus consejos para vivir plenamente, para no equivocar el rumbo en pos de riquezas que a la larga nadie se lleva cuando muere.

El fue ejemplo vivo de lo que predicó, siempre errante, aventurero y siempre vestido de jeans, camisa manga larga y un infaltable chaleco que era como su uniforme de trabajo y de vida. Tenemos la impresión que nunca sucumbió a las tentaciones que trae la fama, a pesar que ésta le sonreía.

Cómo no recordar su brillante monólogo sobre los “pendejos” donde señalaba, sin dar nombres, a esos personajes que abundan en nuestra América Latina y que muchas veces vemos pasar en autos de lujo, fotografiados en revistas de sociedad, ocupando puestos públicos de la máxima relevancia. A través de sus palabras nos podíamos desahogar y reir de ellos, en una especie de catarsis personal y privada.

La muerte le sorprendió artera, inclemente, violentamente en un país vecino, Guatemala. Si fue un ataque dirigido a él o dirigido a otra persona, el resultado fue el mismo. Las balas no le pidieron identificación, le cortaron la vida de raíz, lo enmudecieron para siempre, callaron la voz del poeta, pero al hacerlo, lograron que su mensaje nos llegara aún más claro y con más fuerza.

Dicen que “los buenos mueren jóvenes”. Facundo era y seguirá siendo eternamente joven, porque sus mensajes líricos, sus reflexiones y sus agudos comentarios son intemporales y siempre frescos. No sólo seguirán escuchándose por estas generaciones que tuvimos la suerte de verlo en persona, sino por las siguientes que descubrirán tarde o temprano, el valor de sus temas, la vigencia de sus postulados, elaborados con una sencilla guitarra, su compañera de viscisitudes.

La magia de la tecnología moderna, nos permite verle una y otra vez en Youtube, en los DVD de sus conciertos, en CD, en acetato, en solitario y en compañía de otros artistas que siempre le recordarán como un colega sincero y sencillo. En fin, es fácil descubrirle y descubrirle es apreciarlo, no importa edad, nacionalidad, religión o estrato social. Su mensaje seguirá siendo vigente. Su voz cascada seguirá incólume, firme y clara.

Estamos seguros que Facundo está cantando sus coplas en el concierto diario que se realiza en el cielo. Seguro fue recibido por un coro de ángeles que en su honor debe haber cantado “No soy de aquí ni soy de allá”. Adiós Facundo, hasta siempre!

sábado, 26 de marzo de 2011

DAVID GOMEZ MUSICA SIN FRONTERAS

El lugar, el parque central de Valle de Ángeles, la ciudad turística como se apellida hoy. La fecha, 25 de marzo. Una noche primaveral, con un agradable clima. El motivo, presenciar el concierto público ofrecido por David Gómez, joven pianista español, que en los anuncios de periódico ofrece una interesante combinación de música clásica, tangos modernos y música popular. Los patrocinadores, la Cámara de Comercio Española, la Agencia de Cooperación Española, la Alcaldía Municipal, la Casa de la Cultura y la Cámara de Comercio de Valle de Ángeles, entre otros.

Eran las siete de la tarde y en la plaza comenzó a reunirse la gente. Sin mucho aspaviento, apareció David para calentar y probar el sonido. No debió serle fácil, ya que en ese momento sonaba con fuerza un grupo musical del pueblo interpretando canciones tropicales. A pesar de la interferencia el pianista, sin inmutarse, estiró sus dedos y acometió escalas y armonías que le permitieran estar a punto a la hora de comenzar su recital. Un detalle curioso, el banco del piano al parecer no tenía la altura apropiada y David solicitó una silla, le trajeron una que desechó y al final se acomodó en una silla de madera y cuero, una de esas típicas hondureñas. En el fondo, la misa dio inicio en la iglesia del pueblo.

A las siete y treinta anunciaron un acto previo, el grupo Mar, una pareja suponemos de argentinos, que bailó dos tangos con maestría, a pesar que el suelo del parque no era el más apropiado para ello. Inmediatamente después se anunció a David Gómez. Al salir, solicitó el micrófono y contó que ha venido seis veces a Honduras y siempre tuvo la idea de hacer conciertos en lugares “atípicos”, donde la música clásica difícilmente llega. Agradeció a Roberto Ordoñez de San Pedro Sula por el piano de cola que lucía imponente en medio del improvisado escenario adornado de banderas tricolores: amarillo, blanco y verde. El ambiente cálido lo brindaron candelas en bolsas de manila.

La primera obra fue la “Serenata Francesa” de Johan Sebastián Bach, que Gómez interpretó con soltura y elegancia. Al finalizar, los asistentes que ya éramos alrededor de ciento cincuenta, quizá más, aplaudimos calurosamente la ejecución. Enseguida vino una Sonata de Amadeus Mozart, obra en tres movimientos, chispeante como su autor. Los aplausos fueron ahora más nutridos y la calidad del concertista quedó evidenciada.

Enseguida, lo que mi mente denominó una Sonata de Astor Piazzolla, cuatro obras cortas de este genio argentino de la música moderna, que con audacia y talento elevó al tango a niveles cercanos a la música clásica, “Invierno Porteño”, “Verano Porteño”, “Milonga del Ángel” y “Adiós Nonino”, la obra cumbre de Astor Piazzolla, conformaron de manera natural una obra que parecía un todo integral, lleno de armonías complejas y matices intensos y melancólicos. David recibió nutridos aplausos de un público cada vez más embebido en las interpretaciones.

Luego, el artista anunció que iba a interpretar seis piezas de su propia autoría que está grabando en Londres. Puntualizó que los productores esperan que alguna de ellas se inserte en alguna película. Dada la nacionalidad del compositor, llamó la atención que varias de estas obras tengan títulos en ingles. La primera de estas piezas se intitula “The Island” y está inspirada en Mallorca, una de las Islas Baleares, cuna del artista de la noche. La segunda melodía se llama “El Faro” y se refiere a la isla Formentera donde hay un faro que fue la fuente de inspiración.

Al terminar las primeras dos piezas, David se levantó, recogió el micrófono e invitó a la gente que estaba cercana para que se integrara a disfrutar del recital y si no que por favor guardasen silencio, en respeto a la música. Resulta que hasta entonces, había bastante ruido ambiente, niños gritando y jugando, transeúntes que cruzaban por delante y por detrás del improvisado escenario, perros ladrando quizá tratando de armonizar con las melodías.

El concierto continuó con las piezas “Child”, dedicada a su sobrina y “Grandfather” dedicada a su abuelo. Culminó este set con “Rain”que conceptuó como un canto a la lluvia optimista y “My Piano”, tema enérgico dedicado a su piano, su “novia” como apuntó. Seguidamente, anunció un bloque de cuatro melodías españolas, dos de Joaquín Turina y dos de Ernesto Lecuona, el famoso compositor nacido en Cuba de padres españoles, incluida la famosísima “Malagueña” que fue un excelente cierre. Al terminar, una ovación cerrada y de pie, le mostró a David Gómez que los asistentes habíamos disfrutado grandemente su recital.

En retribución, Gómez agradeció y solicitó hacer una última obra, “My Home” inspirada en su nostalgia por el hogar. Antes de interpretarla expresó que en Latinoamérica y particularmente en Honduras, se sentía como en su casa. Con ello, cerró este recital de un pianista joven que está labrando su carrera y que demostró gran sensibilidad social al llevar su música y su talento a lugares poco ortodoxos para la música seria. David demostró grandes cualidades interpretativas, energía, seguridad, empatía con el publico, maestría interpretativa y sencillez. Le auguramos el mejor de los éxitos.

viernes, 4 de marzo de 2011

Comentarios de Mario Berríos Sobre mi Libro


Mario Berríos, si el prolífico escritor nacional, es un nuevo buen amigo, le conocí en San Pedro Sula apenas en diciembre del año pasado, pero en este corto tiempo he podido apreciar su amor por este país nuestro, su amplio conocimiento sobre varios temas, en particular sobre la época de la "guerra fría", su afán de investigar siempre más, su deseo de que las cosas, las personas y las instituciones nacionales mejoren, su curiosidad, su versatilidad (fue militar, hoy es Licenciado en Derecho, escritor y Diplomado en Periodismo) y principalmente, su sincero afecto por las artes y la cultura de Honduras.

Como parte de esto, me permito reproducir unas líneas que escribió, a manera de editorial, en Diario Tiempo al referirse al libro "La Música de Mis recuerdos", que le obsequiara al momento de conocerle. Sus palabras son muy importantes para mi, escritor aficionado y me han servido para pensar seriamente en ponerme a escribir otro libro. Aquí están sus conceptos:

"Como me agrada a más no poder estudiar a los autores hondureños, a nuestros compatriotas, por calidad y porque tengo entre ceja y ceja apoyarlos, independientemente de sus preferencias ideológicas pues las ideas no deben morir, recientemente tuve la grata sorpresa de leer POEMARIO FAMILIAR, de Jorge Roberto Interiano; LA MÚSICA DE MIS RECUERDOS, Víctor Donaire; y PALABRAS ENTRECORTADAS, un poemario en formato PDF de autores de Choluteca. Con la idea de aprovechar el tiempo disponible en aeropuertos y en las distancias, para cumplir mi compromiso en la Universidad de Jacksonville, invitado por un grupo académico, introduje los mencionados libros en mi equipaje de mano.

El tercer libro, leído en mis serenas noches mientras oteaba el horizonte donde una vez apareciera el conquistador Juan Ponce de León, en 1513, en busca de la fuente de la juventud, un libro llamado LA MÚSICA DE MIS RECUERDOS, del señor Víctor Donaire, me quita el sueño. Sin duda uno se pregunta inmediatamente sobre qué es del autor, los vericuetos de su vida, el estilo, la dinámica de contar el relato. Con sumo agrado —por su amenidad sincera y los temas, la música hondureña y las peripecias del autor en ese mundo— descubro datos sorpeendentes: el libro había sido publicado en el año 2007, “¿dónde estaba yo que no lo había leído?”, me pregunté otra vez. En su libro Donaire cuenta su trayectoria musical a lo largo de un poco más de cuarenta años. Página a página, párrafo tras párrafo descubro sus primeros pininos con una guitarra a la cual le pone nombre, luego comenta prácticamente la interesante y poco desconocida historia de varios grupos musicales en los cuales participó, las situaciones y el ambiente en el que compone algunas canciones, al margen nos ilustra sobre los orígenes y significado de ciertos versos misteriosos de la canción folclórica Parindé o, mejor dicho, El Indio Gualcinse.

A mi vista transcurre la agitada experiencia, como si yo estuviera en ese tiempo, de reconocidos grupos de cuando yo estaba de niño, mirando los discos en Radio Lux, de mi Olanchito, frente al parque, donde llegaba a observar la forma misteriosa en que las voces de personajes en cabina, entre ellos Ramón “Compa Moncho” Morales, “Lacho” Ruíz, Remberto Rosales y Blanca Sánchez, llegaban a una desvencijada radio que tenían donde mi abuelita Luisa Montoya. De esa forma a mi vista desfilan los Los Jets, Los Speed, Trilogía, Antología, ONE, Ave María, Los WALKERS del Instituto Central y Los SHARKS. Al leer escucho Caminando por Tegucigalpa y El Soldado Ausente, la elegida en mis tiempos de armas. Donaire vivió sus primeros años en Chile, luego llega a su tierra natal, Honduras, para culminar estudios secundarios en el Instituto Central “Vicente Cáceres”. Toca la guitarra, el bajo, la armónica y algo de batería y percusión, instrumentos que aprendió de manera autodidacta. Compone desde los dieciséis años. Ha sido invitado a participar como jurado en diversos festivales musicales. Le divierte la fotografía, lee, gusta del cine, escribe y pescar… Además es miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Autores, Compositores, Intérpretes y Músicos de Honduras. No me sorprende que sea Psicólogo ni la calificada lista de premios obtenidos como cantante y compositor, ya lo palpaba en el libro, porque el autor se conoce por lo que escribe, a tal grado que los libros se parecen a él, como el hijo al padre." www.marioberrios.net

No hay palabras para agradecerle a Mario su gentileza, su desprendimiento sincero. Sólo puedo retribuirle diciéndole a todos, que deben leer sus obras si quieren a este país, en ellas se cuenta parte de la historia moderna de Honduras, los intríngulis políticos, las luchas ideológicas, las causas detrás de los hechos y las acciones, en fin hay mucho material para aprender de nuestra Patria y al mismo tiempo, buenas respuestas a una serie de interrogantes que todos nos hemos hecho. ¡Gracias Mario!

sábado, 26 de febrero de 2011

Honduras Regresa a Viña del Mar 2011


Nuevamente Honduras, nuestro país, está presente en la 52 edición del Festival Internacional de Viña del Mar compitiendo en la categoría de Folclórico Internacional. Lo hace con la canción “Magdalena Se Me Va” de la autoría (letra) de Allan Martin, seudónimo con el cual participa el Dr. Christian Kafie y música del Maestro Osvaldo Espinal. La voz cantante la lleva el amigo Luis Bustillo, un buen cantante y músico, quizá poco conocido por el gran público, pero con bastante experiencia.

La noche del martes 22 de febrero, la segunda noche del Festival, al filo de las 21:30 horas, se presentó por primera vez esta canción que nos habla del clamor de un campesino ante la “huida” de su amada a la gran ciudad, quizá en busca de cosas modernas. Luis apareció con un traje de manta blanca y caites, pañuelo rojo al cuello y sombrero de junco, en resumen un elegante campesino. Respaldándole musicalmente vimos a nuestro buen amigo Nery “Chino” Lara haciendo percusión garífuna, Freddy Matute en los bongoes, Jorge García en las maracas e Iván Oseguera en la guitarra.

Interesante fue ver como las damas del cuadro coreográfico, que pertenece al Festival, adornaron con sus giros y baile la presentación de Luis y de nuestros músicos. Esta coreografía no había aparecido en anteriores ediciones. También el coro de la Orquesta Festival, cumplió con su cometido de hacerle respaldo a Luis en partes de la canción donde el pudo hacer un juego vocal de respuesta. Creo que vimos una canción de Honduras bien balanceada y presentada de buena forma.

Aunque había escuchado “Magdalena Se Me Va” gracias a la gentileza de Luis, quien me la mostró en su aparato celular, debo decir que me agradó mucho la simpleza del arreglo en vivo, la impecable musicalización de los instrumentistas y la sobria, pero muy honesta vocalización de Luis. Lució como hondureño del campo, regresó a las raíces y eso hay que aplaudirlo. Por radio, escuché a Osvaldo Espinal diciendo que lo había visto tal y como lo ensayaron en Honduras.

La canción aunque no muy profunda en su letra, muestra una historia bastante frecuente en nuestra sociedad, la mujer que cansada de vivir una monótona rutina, decide emigrar a la ciudad en busca de mejores horizontes. En este caso, su hombre le ruega que regrese a la tranquilidad del campo y por supuesto a sus brazos. La música en su ritmo me recordó las canciones de Guillermo Anderson, de hecho la instrumentación fue básicamente la misma que utiliza este otro gran exponente del arte musical hondureño.

Debo criticar acremente a la presentadora del Festival, quien con un nerviosismo impropio del escenario en que está, se olvidó de mencionar al Maestro Osvaldo Espinal como compositor de la canción, esto es quien hizo la música. Por el contrario mencionó a Christian y a Allan como si fuesen las dos personas responsables de la autoría, la parte lírica y la composición. Imperdonable error que parcialmente corrigió el cintillo del canal responsable de la emisión del Festival y digo parcialmente, pues nuevamente pusieron a Christian y a Allan como si fuesen dos individuos, siendo uno el nombre real y el otro un seudónimo.

Otro aspecto lamentable para los pocos hondureños que estábamos pendientes de la participación de nuestro país, fue que a la hora de emitir el voto de los jurados, el canal colocó un cintillo anunciando al siguiente artista y no pudimos ver como había sido calificada “Magdalena Se Me Va”. Apenas alcanzamos a ver un 4 y un 7 además de un signo de interrogación que corresponde al voto secreto del Presidente y vice-Presidente del Jurado. Escuchando a Osvaldo en la radio me enteré que estamos entre los cuatro mejores de seis que compiten. Luis tiene que hacer un gran esfuerzo la próxima vez que salga a enfrentar al público.

Quiero recordar que el año 2008 Honduras participó con muy buen suceso en esta misma justa musical. En aquella ocasión fue Jireh Wilson la intérprete de “Ay, Ese Amor”, también de la autoría conjunta de Christian Kafie y Osvaldo Espinal. La canción alcanzó el segundo lugar y Jireh se alzó como la Mejor Intérprete de aquel año.

Otro aspecto que llama mi atención es que el Festival nació como una competencia de canciones y ha venido derivando hacia un mero show con artistas de moda, tanto chilenos como de otras partes del globo. Esto hace que la competencia, tanto Folclórica como Internacional, pase a un segundo plano y la gente asista y esté más interesada en los consagrados que en las nuevas canciones, que dicho sea de paso no siempre son muy atractivas o impactantes.

Otro detalle interesante es que Honduras es el único país que en la competencia folclórica presenta un intérprete masculino, los otros cinco países muestran representantes femeninas. Podríamos decir que esta edición 52 del Festival es prácticamente un matriarcado. La competencia internacional muestra una proporción de 4 a 2 a favor de las mujeres y uno de los países, Ucrania, compite con un grupo de 5 jovencitas que hasta en Playboy han aparecido, ¿cuál será el quid del asunto?

Proporciones aparte, felicitamos efusivamente a Luis, a Christian y a Osvaldo por representarnos dignamente. Especial mención para los músicos que acompañan la canción, se han lucido. Ojalá nuevamente Honduras sobresalga con un puesto de honor en este evento artístico-cultural. Gracias muchachos por mostrar al mundo que aquí también hay arte musical y del bueno.

sábado, 12 de febrero de 2011

CELTIC WOMAN Songs from the Heart


El viernes 4 de febrero de 2011 disfruté de un banquete musical de primer orden. En la ciudad de Lakeland, Florida, una ciudad pequeñita, pero con un elegante y enorme complejo diseñado para albergar varios eventos a la vez, presencié el show “Songs From the Heart” (Canciones del Corazón) con que el grupo irlandés Celtic Woman daba inicio a su gira homónima por Estados Unidos.

Lo primero fue averiguar dónde quedaba Lakeland y cuando supe que Lakeland está ubicada a cuatro horas y media de Miami, me decidí a comprar los boletos electrónicos para el concierto. El día indicado, me levanté temprano y salí como a las 10:30 de la mañana, por la misma ruta que va hacia Orlando, al llegar a Yehaa Junction, me desvié por una carretera secundaria, la 60 que pasa entre granjas, fincas ganaderas, lagos y pueblos pequeños como Lake Wales y Bartow. Fue demás está decir, una interesante experiencia, ya que es una carretera angosta de sólo 2 carriles, uno de ida y otro de vuelta.

Llegué cerca de las 3 de la tarde y lo primero que hice fue acercarme al Lakeland Center Jenkins Arena, lugar del evento. Éste es una bonita estructura polifuncional de enormes proporciones, que tiene no sólo la Arena, sino además un teatro y una buena cantidad de salones para eventos sociales, conferencias y expos. Una vez ubiqué donde quedaba, aproveché para ir a almorzar y luego darle una vuelta al pueblo, que resultó chico, pero en general bonito. A las 5 de la tarde me estacioné en un parqueo cerca del Lakeland Center y me relajé en el carro. Puse la alarma a las 6 pm ya que las puertas abrían a las 7 y el concierto estaba programado a las 8 en punto.

Cuando la alarma sonó, dentro del carro me cambié camisa y me fui a ver si ya habían abierto el parqueo, resultó que si y presenté mi comprobante de acceso, me estacioné y me fui dentro del Centro a terminar de acicalarme. A las 7 en punto ya estaba haciendo fila para entrar al Jenkins Arena que es un gimnasio, pero acondicionado un poco mas de la mitad para el evento. El escenario era impresionante, estaba el piano del lado izquierdo y dos plataformas enormes a ambos extremos, cada una llena de instrumentos de percusión, incluidas dos baterías y un cerro de tambores, platillos y gongs a cada lado. Al extremo derecho, opuesto al piano estaba el bajo y varias guitarras.

El escenario estaba iluminado todo, con unas cortinas blancas gigantes alumbradas en tonos azules. Me tocó una ubicación muy buena, pues era a continuación de las secciones de sillas a ras de piso. Mi asiento estaba algo más elevado, viendo hacia el escenario de frente un poco cargado a la izquierda. El escenario no estaba a más de 25 metros de distancia, así que se miraba perfecto. Olvidaba mencionar que antes de entrar a la sección de sillas propiamente, en los pasillos había venta de souvenirs del concierto, bebidas, cervezas, vino y los infaltables perros calientes, hamburguesas, nachos, pretzels y pizza.

A las 8 en punto apagaron luces y comenzó el concierto con un tema titulado “The Call” (La Llamada) al que siguió la conocidísima “Fields of Gold” (Campos de Oro) de Sting. De las chicas cantantes que yo conocía en DVD, se presentaron dos, Chloe Agnus y Lisa Kelly, la tercera cantante fue Lisa Lambe, que según me enteré después, es nueva en el grupo. Chloe es algo rellenita, pero fungía como la líder. Mención aparte merece Mairead Nesbitt, la pequeña violinista de este grupo que en vivo es como un torbellino, baila y toca al mismo tiempo, recorre todo el escenario y va con unos vestidos abiertos que muestran sus bien torneadas piernas.

La primera y segunda parte del concierto (hubo un intermedio) fue sensacional. El repertorio muy bueno, las voces perfectas, un coro adicional de seis voces: tres damas y tres varones. Los músicos eran un pianista joven que con su instrumento y un sintetizador llenaba las canciones de excelente forma, el bajista Eoghan O’Neill, un guitarrista eléctrico y acústico llamado Des Moore que además interpretó la mandolina y el laúd, un gaitero de tipo irlandés (en la gaita irlandesa el aire sale a presión de codo) Tommy Martin que además tocaba las flautas, los dos percusionistas Nick Bailey y Ray Fean que conocen su oficio y en ocasiones se bajan de sus elevados escenarios a hacer demostración de habilidades y un gaitero escocés llamado Anthony Byrne, que fue anunciado como el mejor del mundo y para que quería más, cuando todos tocaban y cantaban, aquello era impresionante.

Las canciones se sucedieron en forma de voces solistas, dúos, tríos, solos de violín, de gaita escocesa e irlandesa, en fin una verdadera muestra de talento musical que duró hasta las 10:30 pm. Era una mezcla de canciones rítmicas y románticas o sentimentales en inglés, en dialecto galés y en italiano. La versión que hicieron de “Sail Away” de Enya fue magistral, con efectos de sonido y todo. Para las coreografías utilizaban velas, el baile y las composiciones de posición del coro para que el espectáculo fuese lo más dinámico y variado posible.

Cuando se juntaban a cantar las tres solistas más el coro, eran nueve voces sincronizadas y armónicas que hacían un ensemble potentísimo, a la vez que angelical. Cuando cantaron la canción de cierre “You Rise Me Up” (Tú me Levantas), la gente se puso de pie ovacionando, lo cual aproveché para salir, pues necesitaba volver a Miami esa misma noche. La canción de agradecimiento la escuché mientras iba hacia el carro, para evitar los atrasos de salida del parqueo.
Así que aún con la música resonando en mis oídos y las imágenes mentales de estas artistas irlandeses que son todas ejemplo de virtuosismo, tomé el camino de regreso.

No me importó que tuviera que desvelarme manejando, ni la soledad del camino, yo iba feliz y agradecido con Dios de haber tenido la oportunidad de ver a Celtic Woman en vivo.

domingo, 16 de enero de 2011

Guitarreada con Enrique, Jaime y Tuli



En estas fiestas de Navidad y Ano Nuevo, nos cruzamos con Enrique Argenal, mi hermano musical en Trilogía, pero el sábado 8 de enero, casi a manera de regalo de Reyes, nos juntamos para echar una guitarreada de las buenas. Mi amigo Jaime Rodriguez, quien vive en San Pedro Sula, al enterarse de inmediato me dijo, reservame un espacio que voy a conocer a Enrique y a que me certifique con sus manos talentosas la "Capricho", su guitarra electroacústica marca Takamine, que es una joyita. Igualmente, mi concuno Tuli, el Dr. Marco Tulio Villela, quien me ayudo a contactar a Enrique, se apunto igualmente para participar en el convivio.

En horas muy tempranas de ese día sábado, me fui a recoger equipo de audio y guitarras para tener todo preparado al mediodía, hora de la cita. Después de lidiar con los consabidos problemas técnicos de audio: cables que fallan, otros que no coinciden, cuerdas rotas, efectos que no quieren sonar, etc; tuvimos todo a punto para la 1 de la tarde. Poco a poco fueron llegando los invitados, básicamente familia y después de una deliciosa taqueada que preparo Martha, mi esposa, dijimos "a lo que vinimos" y comenzamos a desempolvar temas, Enrique por supuesto se lucio con la guitarra que le asignamos, Jaime hizo lo suyo con la "Capricho", Tuli se encargo del ritmo con su inseparable pandereta y yo cante hasta cansarme.

La familia hizo una audiencia muy receptiva, pero a la vez exigente, pidieron muchos temas que sabíamos y otro montón que no, pero lo pasamos super bien. A eso de las 6 de la tarde, hicimos un alto para platicar un poco y refrescar las gargantas, pero poco tiempo después, Enrique saco de nuevo la guitarra y seguimos improvisando pero en forma mas intima hasta casi la medianoche, cuando ya los invitados se retiraron. Que bueno fue tener a este gran amigo en casa, compartiendo su arte sin condiciones y haciendo las delicias de todos los asistentes. Jaime y Tuli resultaron excelentes acompanantes y con sus voces y su buena memoria contribuyeron a que la velada fuese muy variada en géneros musicales.

Nos hizo mucha falta el Ing. Gilberto Chavarria "Quico" a quien invitamos, pero por razones de trabajo no pudo acompañarnos.